El mundo de los negocios a nivel global es cada vez más explosivo e innovador. Y no es para menos, el boom de la tecnología ha acelerado no solo la reinvención de procesos, sino también negocios potentes basados en software y gadgets.
Ante este panorama, Daniel Aminetzah, socio sénior en la oficina de McKinsey en Nueva York, destacó que “el mundo de emprender debe ir más rápido, y ojo, eso incluye fracasar rápido, porque si fracasas al toque, aprendes más rápido”.
Durante su participación en el Media Day de McKinsey, celebrado en Ciudad de México, compartió cinco hallazgos clave del estudio “Tendencias de Negocios: Creación de Empresas 2025”, para el que consultaron a 900 líderes ejecutivos globalmente con el fin de entender el pulso actual del emprendimiento.
Según el estudio, ¡América Latina se destaca con el mayor número de empresas exitosas a nivel mundial! El 69% de los nuevos emprendimientos creados en la región siguen operando y superando todas las expectativas.
Los resultados enfatizaron que emprender es una prioridad para los líderes empresariales. Se resaltó el impacto de la creación seriada de negocios, que multiplica las chances de éxito. “Creo que esto ha cambiado la visión de todo el ecosistema, de no quedarse en una sola idea. Es una forma clave de pensar más allá”.
Otro punto clave es que la rapidez es crucial. “Las empresas están alcanzando un ritmo de crecimiento explosivo: el 80% en tres años, la mayoría en solo dos. La inversión promedio para desarrollar negocios bajó a US$77 millones, frente a los US$125 millones de 2024”.
En el contexto de hoy, es vital potenciar la capacidad de innovar. El estudio afirma que “las empresas que lograron replicar su éxito obtienen resultados impresionantes, incluyendo ingresos promedio por negocio del doble y un ROI de casi el doble, en comparación con rivales menos constantes”.
La inteligencia artificial es hoy el motor principal para crear nuevos negocios. “La proyección de empresas impulsadas por IA y datos subió al 56% en 2025 (¡un 7% más!)”.
Sin embargo, a pesar de la fiebre tecnológica, la gente y la cultura siguen siendo pilares fundamentales para el éxito. “La buena capacitación, una cultura que apueste al riesgo y una base tecnológica robusta siguen siendo el ADN crucial que distingue a las empresas exitosas”























