La verdad del dolor: ¿Por qué cada quien lo siente diferente? Descubre las claves con el doctor Jordi Serra, jefe de la Unidad de Tratamiento del Dolor del Hospital Universitari Dexeus de Barcelona. El dolor es un sistema de alarma vital que nos alerta de lesiones, pero su intensidad varía mucho entre nosotros.
El doctor Serra explica que experimentamos dolor cuando las terminaciones nerviosas (libres o receptores específicos a la presión, la temperatura, entre otros) reciben estímulos de una intensidad suficiente como para activar la nocicepción. “Esta señal viaja a través de los nervios y de la médula espinal, hasta llegar al cerebro y ser percibida como dolor”, precisa.
Según el experto, el dolor impacta el cerebro más allá de lo físico. Activa áreas emocionales, provocando respuestas como el miedo, la angustia o la ansiedad, demostrando la profunda conexión mente-cuerpo en el manejo del dolor.

El dolor también se conecta con nuestra memoria y cognición, enseñándonos a evitar peligros. Entre los dolores más frecuentes en República Dominicana y el mundo, destacan las lumbalgias y las cefaleas, que a menudo evolucionan a dolores crónicos, seguidos por los temidos dolores neuropáticos.
Por qué algunas personas sienten más dolor que otras
La pregunta clave: ¿Por qué algunas personas sienten más dolor que otras? Este experto en medicina del dolor subraya que nuestra experiencia dolorosa es biopsicosocial. Factores biológicos, emocionales, culturales y sociales modulan cómo percibimos el dolor, explicando las diferencias individuales.
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Personas que no sienten dolor: Un riesgo oculto
Sorprendentemente, existen personas que no sienten dolor. El Dr. Serra del Hospital Dexeus revela la ‘analgesia o anestesia congénita’, un trastorno hereditario raro donde el sistema de alarma del dolor no funciona, exponiendo a graves peligros a quienes lo padecen.
Aunque se investigan nuevas tecnologías, la forma más efectiva de medir el dolor sigue siendo la autoevaluación del paciente. En hospitales y clínicas de República Dominicana, se utilizan escalas verbales (NRS) y visuales (EVA), adaptables a cada edad y situación. Para el dolor crónico, se emplean escalas multidimensionales que evalúan su impacto funcional.
Clasificación del dolor: Tipos y diferencias
El doctor Serra explica los distintos tipos de dolor. Se clasifican en agudo y crónico según su duración, y en nociceptivo, visceral, neuropático o nociplástico según su origen. El dolor crónico se subdivide además en ‘primario’ o ‘secundario’, una distinción clave para su tratamiento.
El dolor crónico primario, una enfermedad en sí, surge por trastornos en la modulación del dolor, sin lesión aparente. El dolor crónico secundario, en cambio, se asocia a lesiones persistentes como artrosis o neuralgias. Se define como dolor que dura más de tres meses. El Dr. Serra enfatiza que el dolor crónico puede generar severa discapacidad, impactando todas las áreas de la vida del paciente, lo que requiere un manejo especializado.
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El poder de la memoria y las emociones en el dolor
La memoria y las emociones juegan un papel crucial en el dolor. El doctor Serra indica que la memoria es fundamental en la nocicepción, ayudando a nuestra supervivencia. En dolores crónicos, hablamos de ‘memoria del dolor’, donde el sistema nervioso se adapta, interpretando estímulos no dolorosos como si lo fueran. Los factores emocionales modulan intensamente cómo experimentamos el dolor y el sufrimiento. Es clave entender que el ‘dolor psicógeno’ ha sido desclasificado, reafirmando la complejidad de esta experiencia.
El intrigante Síndrome del miembro fantasma
Una de las curiosidades más intrigantes del dolor es el ‘síndrome del miembro fantasma’. Este dolor inexplicable tras la pérdida de una extremidad, como un brazo o una pierna, surge de una compleja interacción de actividad nerviosa anómala y la reorganización cerebral. Es un claro ejemplo de cómo el cerebro percibe el dolor de maneras sorprendentes.Este artículo fue publicado originalmente en El Día























