Santo Domingo, RD. – La centralización de la salud en República Dominicana, bajo el discurso de eficiencia, pone en riesgo la salud de todos y el futuro de las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS).
Así lo alertó el reconocido médico y empresario José R. Yunen, quien sostuvo que el inminente nuevo esquema de redistribución de fondos, que las autoridades regulatorias buscan aprobar, no corregirá las ineficiencias estructurales, sino que reconfigurará el poder en el sistema de salud.
El presidente del Grupo Yunen afirmó que “el peligro es trasladar el costo de la crisis a las ARS más pequeñas en RD, mermando su capacidad de negociación y favoreciendo una concentración del mercado de salud dominicano en manos del Estado y de aseguradoras privadas con alto poder económico y político”.
Te puede interesar leer: Autismo en RD: familias gastan más de RD$60,000 mensuales en terapias
“Un sistema de salud sin auditorías independientes ni reglas claras no necesita más presupuesto: necesita transparencia, rendición de cuentas y controles efectivos”, puntualizó el doctor Yunen, experto con años de experiencia en el sector salud dominicano.
Explicó que la excesiva concentración de poder y la incertidumbre regulatoria pueden ahuyentar la inversión y debilitar pilares clave de la modernización sanitaria en RD: el turismo médico, la salud digital, la telemedicina y la innovación clínica.
“Cuando los incentivos se distorsionan, los actores más innovadores se retiran o emigran, y República Dominicana pierde competitividad en salud”, indicó el presidente del Grupo Yunen, empresa familiar con más de 60 años aportando al sector salud dominicano.
Resaltó que las cifras pueden auditarse, pero la confianza no. “Cuando las reglas del juego se ajustan para proteger intereses y no a los pacientes, se erosiona el pacto social que sostiene el sistema de salud dominicano. Y la falta de transparencia en salud, se traduce en vidas afectadas”, comentó.
Yunen, con sus cuatro especialidades médicas y larga trayectoria en el sistema de salud de RD, resaltó que República Dominicana merece un sistema de salud justo, competitivo y transparente, no un modelo centralizado y discrecional.
“Las políticas públicas de salud en RD deben premiar la eficiencia, no la cercanía política; la integridad, no la opacidad. Quienes hayan administrado fondos públicos sin apego a las normas deben ser auditados con evidencia, pero no se puede castigar a las ARS que sí cumplen. La salud dominicana no puede ser rehén del poder ni víctima del silencio”.
La Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SILSALRIL) tiene en la mesa una controversial propuesta para modificar la distribución del dinero pagado por los afiliados al sistema de seguridad social (per cápita), recaudado a través de la Tesorería de la Seguridad Social, según la siniestralidad de los asegurados a las ARS.
Las autoridades anunciaron a mediados de año el supuesto fortalecimiento histórico de ARS Senasa, con 2 millones de afiliados. Sin embargo, luego se destapó el escándalo por pérdidas millonarias de esa aseguradora que rondan los 22 mil millones del sistema público de aseguramiento en RD.
Las causas señaladas van desde procesos de facturación sin control, sobrepagos, hasta afiliaciones irregulares. Todo esto ha generado un alarmante déficit creciente en el régimen subsidiado dominicano.
La Fundación Juan Bosch había advertido que el déficit de salud en 2024 superará los 5 mil 165 millones, lo que sugiere que la situación actual no surgió de la nada, sino de un modelo de gestión que clama por transparencia y controles efectivos.Este artículo fue publicado originalmente en El Día























