El Cardenal Víctor Manuel Fernández, al frente del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio), reveló este martes un crucial documento, ‘Mater Populi Fidelis’, en el que el Vaticano sentencia sobre los títulos marianos. El texto subraya que María, Madre de Dios, no puede ser definida como «redentora», «mediadora» ni como quien concede gracias.
«Es inoportuno el uso del título de corredentora para definir la cooperación de María», detalla el escrito, «ya que corre el riesgo de oscurecer la única mediación salvífica de Cristo y puede generar confusión en la fe cristiana». El documento enfatiza el rol subordinado de María en la Redención.
Además, el texto es categórico: «en sentido estricto, no podemos hablar de otra mediación en la gracia que no sea la del Hijo de Dios encarnado». Por ello, se prohíbe referirse a María «como mediadora» para alcanzar la salvación católica.
También aclara que María no concede gracias. Su función, según el documento, es «dispositiva»: su «protección maternal» nos ayuda «a disponernos a la vida de la gracia que solamente el Señor puede infundir en nosotros».
La «corredención» de la Virgen María ha sido, durante años, una polémica central entre teólogos y mariólogos, expertos en la teología de la Madre de Jesucristo.
El dogma de María «Corredentora» es una demanda histórica de grupos católicos ultraconservadores, quienes han presionado por su proclamación durante años.
Los dogmas, verdades de fe irrefutables para la Iglesia, incluyen cuatro sobre la Virgen: su concepción inmaculada, virginidad perpetua, maternidad divina y asunción a los cielos.
Mientras San Juan Pablo II se refirió a María como «Corredentora» en varias ocasiones, Benedicto XVI lo eludió, y el Papa Francisco, en 2019, zanjó la cuestión con contundencia: «Cuando nos vengan con historias de que hay que declararla esto, o hacer este otro dogma o esto, no nos perdamos en tonteras».
Santos como Padre Pío, Madre Teresa de Calcuta o Sor Lucía de Fátima, entre otros, apoyaron la denominación de la Virgen «Corredentora». A raíz de estas peticiones, la Santa Sede formó una comisión en el XIII Congreso Mariológico Internacional de Czestochowa (Polonia, 1996), que ya rechazó la institución de este nuevo dogma.
Pese al rechazo, las peticiones han persistido. El cardenal mexicano Juan Sandoval reveló que se presentó un comunicado al Papa Francisco con las firmas de 570 obispos, miles de sacerdotes y religiosos, y más de 8 millones de fieles laicos, recogidas desde los años 90 mediante la campaña “Vox Populi Mariae Mediatrici”, solicitando el dogma. EFE























