El papa León XIV urge a poner fin a esta etapa histórica “devastada por la guerra y la prepotencia” y a impulsar en el mundo “una auténtica era de reconciliación”.
En una cumbre por la paz en presencia de otros líderes religiosos celebrado junto al Coliseo de Roma, el pontífice declaró que “con la fuerza de la oración, con las manos desnudas, alzadas al cielo y abiertas hacia los demás, es imperativo que esta era de la historia marcada por la guerra y la prepotencia de la fuerza culmine pronto y comience una historia nueva”.
Acto seguido, instó a un grito unánime de “basta” a los conflictos antes de que arraiguen en la mentalidad del mundo.
León XIV llegó al icónico Coliseo romano para presidir la ceremonia de clausura de un encuentro interreligioso por la paz mundial organizado por la Comunidad de San Egidio desde 1986. Primero elevó plegarias por la paz en el interior del monumento junto a otros representantes cristianos, entre luteranos, anglicanos y ortodoxos como el metropolita Antonij, jefe de Relaciones Exteriores de la iglesia rusa, con quien conversó brevemente al llegar.
Después, emergió al pie del imponente anfiteatro romano para presidir la emotiva ceremonia esta vez en un escenario colocado a los pies del Arco de Constantino, uniendo a líderes judíos, budistas o musulmanes, junto a clérigas protestantes y representantes de incontables credos de todo el planeta.
Durante su potente discurso, el pontífice alertó de que los “conflictos están en todas las partes donde hay vida” pero enfatizó que “la guerra jamás será la vía para afrontarlos ni a resolverlos”.
“El mundo clama por paz, necesita una auténtica y duradera época de reconciliación que erradique la prepotencia, la exhibición de la fuerza y el desinterés por el derecho. ¡Basta de guerras, con sus trágicos saldos de muertos, destrucciones y exiliados!”, sentenció.
Así, el papa demandó que los templos “sean focos de encuentro, santuarios de reconciliación, verdaderos oasis de paz”.























