Cuba lidera la devastadora cifra de 441.000 niños afectados por la crisis, con Jamaica sumando al menos 281.000 y República Dominicana 62.000 menores también golpeados.

Unicef lanza una alerta crítica a través de su portavoz Ricardo Pires: la situación de los niños en Haití es una emergencia humanitaria agravada.
Numerosos niños ya vivían en desplazamiento forzado o en extrema vulnerabilidad por la violencia de bandas en Haití, requiriendo asistencia de emergencia vital antes del huracán.

En Cuba, la infraestructura crítica ha colapsado: 1.500 escuelas y 287 centros de salud dañados. Unicef ya ha movilizado ayuda urgente con plantas purificadoras, kits de higiene y material escolar para los menores.
Haití sufre una tragedia: el huracán Melissa destruyó más de 6.000 viviendas y se cobró la vida de 10 niños de los 31 fallecidos totales, sumándose a los 680.000 menores ya desplazados por la imparable violencia de bandas.
Unicef hace un llamamiento desesperado: se necesitan 56 millones de dólares para la respuesta de emergencia, pero la financiación es insuficiente, advirtió Pires.























