El secretario general de SOS Periodistas en Haití, Joseph Guyler Delva, denunció este viernes al intervenir en la 81º Asamblea General de Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que la crisis en Haití es “alarmante” y que “hay personas incluso dentro del Gobierno que apoyan” a las pandillas criminales.
El periodista expuso el caso de “un bebé asesinado” por una pandilla criminal en un incendio- “Arrebataron al bebé de los brazos de su madre y lo arrojaron a las llamas.
Los periodistas ni siquiera pudieron hablar mucho al respecto porque temían a las pandillas, con apoyo gubernamental, ya que hay que decir que las pandillas no actúan solas, sino que hay funcionarios del Gobierno que las respaldan”, señaló.
Al intervenir junto con otros periodistas en la Asamblea General de la SIP que se celebrará hasta el próximo domingo en Punta Cana, este de la República Dominicana, Delva advirtió que Haití es casi “el lugar más peligroso del mundo para ser periodista” debido a que el país está “sumido en la violencia de pandillas».
“Cuando tienes pandillas que controlan el país y dicen lo que hay que hacer, si sigues vivo es por voluntad de las pandillas, porque en cualquier momento te pueden matar”, apuntó. “En particular, los periodistas que intentan investigar la corrupción, los abusos y los derechos humanos se exponen a peligros cada día”, añadió.
En el primer semestre de este año se produjeron en Haití más de 4.000 asesinatos en medio de la crisis de seguridad en el que vive el país caribeño.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) indicó este miércoles que el número de desplazados por la violencia en Haití alcanzó “niveles sin precedentes”, con más de 1,4 millones de personas forzadas a huir de sus hogares este año, la cifra más alta registrada en el país.
El pasado 30 de septiembre el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución de Estados Unidos para el despliegue en el país caribeño de la Fuerza Anti-Pandillas (GSF) que sustituyó a Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS), desplegada el año pasado bajo el liderazgo de Kenia sin éxito notable.
 
			








 
    	














