La crisis humanitaria en Haití alcanza “niveles sin precedentes”: más de 1,4 millones de personas, una cifra récord, han sido forzadas a huir de sus hogares este año debido a la violencia e inestabilidad, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Esta cifra explosiva representa un aumento del 36 % desde finales de 2024, de acuerdo con el último informe de la Matriz de Seguimiento de Desplazados (DTM) de la OIM.
Según el dossier, la devastadora crisis se está expandiendo “mucho más allá de la capital”, pues casi dos tercios (el 64 %) de los nuevos desplazamientos se han producido fuera de Puerto Príncipe, especialmente en los departamentos del Centro y Artibonite (al norte de la capital), “lo que confirma una tendencia alarmante observada en evaluaciones anteriores».
“Las comunidades locales soportan una carga insostenible, ya que acogen a alrededor del 85 % de los desplazados, a pesar de la creciente presión sobre sus limitados recursos”, afirmó la OIM.
Mujeres y niños son las víctimas más vulnerables del conflicto y representan más de la mitad de todas las personas desplazadas en Haití. Muchas familias se han fragmentado, con padres enviando a sus hijos a vivir con familiares en zonas más seguras “en un esfuerzo desesperado por protegerlos».
Asimismo, a lo largo de la frontera con la República Dominicana, “las comunidades se enfrentan a una presión adicional”, debido a que más de 207.000 haitianos deportados han regresado a su país desde enero de 2025, según los datos de la OIM.
La organización internacional indicó que “ha ampliado sus operaciones más allá del área metropolitana de Puerto Príncipe, reforzando su presencia en las zonas provinciales severamente afectadas por la violencia».
“Los equipos de la OIM sobre el terreno están proporcionando refugio de emergencia, agua potable vital, servicios de salud esenciales, apoyo psicosocial y de salud mental, servicios de protección y oportunidades de subsistencia a las familias más vulnerables».
La OIM lanza un llamado urgente a la comunidad internacional para que aumente la financiación y el acceso a fin de garantizar que la ayuda crucial llegue a los más necesitados, al tiempo que se invierte en soluciones a largo plazo que aborden las raíces del desplazamiento.
“Sin un apoyo inmediato y sostenido, el sufrimiento de cientos de miles de haitianos desplazados y deportados no hará más que agravarse drásticamente”, indicó la institución. Para la jefa de misión de la OIM en Haití, Grégoire Goodstein, “la gravedad de esta crisis exige una respuesta masiva y sostenida».
“La generosidad de las comunidades haitianas que acogen a personas desplazadas debe ir acompañada de un renovado apoyo internacional. Lo que se necesita ahora son soluciones sostenibles que restauren la dignidad, fomenten la resiliencia y creen alternativas duraderas para quienes soportan esta larga y compleja crisis”, señaló Goodstein. 
 
 
			








 
    	














