EXCLUSIVA: Caos en Perú. Más de un centenar de viajeros que tenían programado visitar la impresionante ciudadela inca de Machu Picchu se encontraban atrapados el martes en una estación de tren a 53 kilómetros de distancia debido a bloqueos en la vía férrea.
Oscar Luque, jefe de la Defensoría del Pueblo de la región sureña de Cusco, donde se ubica Machu Picchu, dijo a la prensa que el bloqueo se debe a la intensa confrontación por la administración de una ruta de buses que transporta a los turistas desde la estación final del tren hasta la entrada a la ciudadela de piedra.
La ciudadela, considerada Patrimonio Mundial, fue construida en el siglo XV como santuario religioso de los incas y se ubica en la Amazonía del sureste peruano, a 2.490 metros de altitud.
La noche del lunes la policía logró desbloquear por un momento la vía férrea tras un choque con pobladores que dejó unos 14 heridos, dijo a la prensa local Darwin Baca, uno de los manifestantes.
El desbloqueo permitió que otro grupo de más de 500 turistas retornaran en tren hacia la ciudad del Cusco.
La víspera la fundación suiza New7Wonders —que promovió un concurso virtual en 2007 para elegir las siete nuevas maravillas del mundo en las que fue incluida Machu Picchu— pidió al gobierno de Perú resolver los diversos problemas de gestión que afectan a la joya del turismo peruano.
New7Wonders enumeró “la alta presión del turismo sin gestión de sostenibilidad, el incremento de precios en servicios y bienes, así como el riesgo de afectación al patrimonio histórico”.
También “denuncias de prácticas irregulares vinculadas a la venta de boletos, dificultades en el transporte terrestre… conflictos sociales, descoordinación entre instituciones y empresas turísticas y quejas reiteradas de los visitantes”.
Por día ingresan hasta 5.600 personas a Machu Picchu, cifra que fue aumentando con el paso de los años.
 
			








 
    	














