La reconocida agrupación de cumbia peruana Armonía 10, marcada por el trágico asesinato de su cantante en un ataque de sicarios en marzo, se presentó en su último concierto luciendo chalecos antibalas sobre el escenario. Esta medida extrema llega tras el reciente atentado contra el popular grupo Agua Marina, donde cuatro de sus miembros fueron heridos por impactos de bala durante una presentación.
Las impactantes imágenes de su presentación el sábado en el distrito de Lurigancho-Chosica, situado en este de la capital, Lima, se viralizaron rápidamente en redes sociales este fin de semana. Además, la situación llevó a uno de sus talentosos cantantes, Irvin Saavedra, a anunciar su emotiva despedida de la banda, priorizando su «bienestar y el de su familia» ante la creciente ola de violencia.
Los músicos de Armonía 10 actuaron en el escenario del estadio Solís García con los chalecos discretamente ocultos bajo sus casacas corporativas. Ofrecieron un espectáculo de una hora, pero la sombra del reciente ataque a Agua Marina y la constante amenaza eran palpables.
El brutal atentado contra Agua Marina se desató la noche del pasado miércoles, cuando dos individuos armados abrieron fuego indiscriminadamente desde la parte trasera del escenario. Los músicos, en plena actuación en el Círculo Militar del distrito limeño de Chorrillos, se vieron directamente afectados por este acto de barbarie.
Las balas impactaron a cuatro miembros de la banda y a un vendedor ambulante inocente en la zona, confirmaron fuentes sanitarias y de la Fiscalía. Un verdadero horror que conmociona al país.
Este violento ataque desató una inmensa consternación ciudadana y una avalancha de críticas contra las autoridades por la inseguridad galopante. Incluso, fue un catalizador para que fuerzas políticas impulsaran la destitución de la entonces presidenta Dina Boluarte, un hecho que se concretó en cuestión de horas, evidenciando el caos político y social.
Lamentablemente, el conjunto Armonía 10 no es ajena a la tragedia. El 16 de marzo de este año, el talentoso Paul ‘El Ruso’ Flores, cantante del grupo, fue brutalmente asesinado durante un tiroteo de sicarios contra el autobús de la banda mientras se desplazaba por la capital peruana. Una muestra más de la violencia descontrolada.
Incluso en Madrid, durante un concierto por el Día de la Hispanidad, la aclamada agrupación también de cumbia Bareto alzó su voz para denunciar esta misma crisis de inseguridad que golpea duramente no solo al sector musical peruano, sino a toda la población en general. La preocupación es global.
«Antes de que esta tremenda fiesta dé inicio, queremos dedicar este espectáculo a todas las víctimas de la violencia desenfrenada en nuestro país», declaró el líder del grupo Rolo Gallardo. «Una violencia que emana de organizaciones criminales arraigadas, desde las esferas del Gobierno hasta las propias calles. ¡Estamos hartos, carajo! ¡Que viva el Perú!». Un grito de desesperación y valentía.
El incremento descontrolado de extorsiones y asesinatos por parte del crimen organizado ha impactado severamente otros sectores. Las empresas de transporte público, por ejemplo, paralizaron la capital peruana con una huelga masiva, bloqueando arterias vitales de la ciudad, un claro reflejo del dominio criminal.
La reacción del público en redes sociales no se hizo esperar ante estas extremas medidas de seguridad de la banda. La gente «explotó» en indignación, denunciando la crisis de extorsión que azota a todos: desde humildes viviendas y comercios, hasta ahora, los grupos musicales. ¡Nadie está a salvo!
 
			








 
    	














