El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) mantiene 30 provincias en alerta ante la amenaza del potente huracán categoría 4 Melissa.
En ese sentido, se mantienen en alerta roja máxima, Barahona, Pedernales, Independencia y Bahoruco.
En alerta amarilla, el COE mantiene 13 provincias dominicanas, siendo estas Santo Domingo, Distrito Nacional, San José de Ocoa, Samaná, Dajabón, Azua, Monte Plata, Elías Piña, Peravia, La Altagracia, San Juan, Montecristi, y San Cristóbal.
En tanto que en alerta verde se encuentran Espaillat, Hermanas Mirabal, María Trinidad Sánchez, Santiago, Duarte, Monseñor Nouel, La Vega, Sánchez Ramírez, San Pedro de Macorís, La Romana, Hato Mayor, Santiago Rodríguez y El Seibo.
El COE insta a operadores de embarcaciones frágiles, pequeñas y medianas de la costa Caribeña a permanecer en puerto, debido a oleaje peligroso, así como lluvias torrenciales, tormentas eléctricas y baja visibilidad.
En tanto, a operadores de la costa Atlántica se les exhorta a navegar con extrema precaución cerca del perímetro costero sin salir mar adentro.
Además, en la costa Atlántica y caribeña, se advierte a bañistas y usuarios a consultar a las autoridades locales antes de hacer usos de las playas, ante peligroso oleaje y corrientes de resaca.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) informó al mediodía de este domingo que el ojo del huracán Melissa se encontraba esta mañana a unos 195 kilómetros al sur-sureste de Kingston (Jamaica) y a unos 450 kilómetros al sur-suroeste de Guantánamo (Cuba), con vientos destructivos sostenidos de 220 kilómetros por hora, ráfagas superiores y vientos huracanados que se extienden hasta 35 kilómetros desde el centro.
Melissa avanza lentamente a unos 7 kilómetros por hora hacia el oeste, advierte el reciente parte del NHC, emitido a las 9:00 hora local (13:00 GMT).
Los pronósticos del Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, alertan sobre «una intensificación rápida adicional hasta esta noche, seguida de fluctuaciones en la intensidad» antes de que toque tierra en Jamaica como un «poderoso huracán mayor» entre la noche del lunes y la mañana del martes, cuando también se espera que llegue a Cuba.























